Para disfrutar a pleno la visita a Galápagos hay que estar dispuesto a caminar mucho y, sobre todo, navegar entre isla e isla en pequeños lanchones. En ocasiones, esas travesías pueden demandar una o dos horas que no siempre garantizan comodidad a quienes se aventuran. Como sea: vale la pena. Es recomendable elegir in situ las excursiones. Alrededor del muelle principal de Puerto Ayora está repleto de agencias que ofrecen tours en los que se puede acordar según los intereses y el tiempo disponible. También es preciso estar atento a aprovechar el clima cambiante que suele primar en el archipiélago.
Rodeadas de leyendas, las islas Galápagos fueron descubiertas por el obispo Tomás de Berlanga en 1535. En una carta al rey Carlos I, el prelado resume al describir lo visto: Muchos lobos marinos, tortugas, iguanas, galápagos, muchas aves de las de España, pero tan bobas que no sabían huir, e muchas tomaban a manos lo mas della está lleno de piedras muy grandes, que parece que en algún tiempo llovió Dios piedras.
Aquí, la naturaleza ordena, según los ciclos de las especies, la agenda de interés de los visitantes. La población, por otra parte, es en general amable y bien dispuesta a guiar los recorridos.
En Isabela, la más grande de las Galápagos -hay que navegar dos horas para llegar desde Ayora-, los paisajes costeros repletos de manglares son incomparables, tanto como la imperdible experiencia de practicar snorkel para ver peces de colores increíbles, mantarrayas, y pequeños y pacíficos tiburones. También se pueden escuchar las tristes historias alrededor de la vieja prisión que allí funcionaba a mediados del siglo pasado, donde peligrosos internos eran obligados a realizar trabajos forzados, entre ellos la construcción de un muro de piedras que formaría los límites de la propia cárcel.
Otras dos recomendaciones para visitar: Floreana (ver recuadro), habitada por leyendas de piratas que cazaban tortugas y ballenas, y Fernandina, la isla más remota hacia el Oeste, con playas de arena negra y reciente actividad volcánica.
En Santa Cruz se concentra el mayor desarrollo turístico con una amplia y diversa oferta, desde hoteles cinco estrellas hasta económicas habitaciones en casas de familia, pasando por la posibilidad de hacer noche en alguno de los cruceros que suelen atracar cerca del muelle principal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario